La importancia de una buena actitud

¡Hola, amigos! ¿Cómo están?

Estoy casi segura de que, luego de haber leído el título del post, pensaron que se trataba de otro mensaje trillado con el cual quiero inclinarlos a ver lo bonito de la vida y a que tengan una actitud positiva ante las adversidades…

Pues, ¡sí y no! Es decir, la intención de mi escrito va más allá, porque sería muy bonito sentarme aquí a decirles que todo es color de rosas, o que nadie tiene problemas… ¡Pero tanto ustedes como yo, sabemos muy bien que no es así!

¡Siempre hay problemas! De hecho, siempre los habrá… Y nadie está exento. Pero, ¿cuál es nuestra posición ante ellos? ¿Cuál es nuestro accionar ante las circunstancias (sobre todo las desfavorables) que nos pone la vida en el camino?

Buena pregunta, ¿cierto?

Y esta me recuerda mucho a un proverbio chino que dice:

¿Tiene solución? ¡Entonces no te preocupes!… ¿No tiene solución? ¡Entonces tampoco te preocupes!

Sin embargo, debo decir que una buena actitud no se adopta de un día para otro…

Imagínense, ¡sería maravilloso si así fuera!

Pero como todo en esta vida requiere de un proceso, permanecer optimistas gran parte de nuestro tiempo también lo requiere, porque un día puedes levantarte con el pie derecho y decir: “Comenzaré a tener una mejor actitud ante las cosas”. Pero al poco tiempo, olvidas el propósito trazado inicialmente y de nuevo caes en quejas, pensamientos pesimistas, negaciones y hasta pereza.

Esto sencillamente ocurre porque nuestro esquema mental tiene mucho poder, y este sólo se construye haciendo un gran esfuerzo por concentrarnos en darle curso a nuestro crecimiento personal (propio).

Entonces, si quieres un estilo de vida lleno de buena actitud, o actitud positiva, debes comenzar a llevar a cabo un trabajo basado en la disciplina.

Explicado de otra forma, un trabajo que te exija un enfoque definitivo en ideas positivas y un optimismo total o parcial ante la vida.

Asimismo, antes de dar comienzo al cumplimiento de este objetivo, es súper indispensable hacernos una autoevaluación frecuente de todos nuestros pasos; sólo de esta manera podremos ir corrigiéndonos a nosotros mismos en el momento adecuado, y paso a paso ir sacando de nuestras vidas los malos hábitos, la negatividad y los reproches.

¡Fuera la actitud negativa!

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